Dos consejos para entrenadores para tratar a sus suplentes con inteligencia (emocional).

2/5/20252 min read

Vale, ya sé que en tu equipo no hay suplentes. Solo jugadores con menos minutos. Es posible que tengas futbolistas revulsivos, que utilices rotaciones estratégicas o que prefieras frases más sofisticadas como: "En mi equipo, el criterio lo marca la táctica y las necesidades del partido".

Pero vamos a ser claros: tus jugadores saben cuándo se sienten titulares y cuándo no. Y esa sensación no depende solo del número de minutos que juegan, sino de cómo gestionas su rol dentro del equipo.

La inteligencia emocional aplicada al liderazgo deportivo no trata solo de manejar egos, sino de construir un equipo donde cada jugador se sienta parte del proyecto, juegue 5 o 90 minutos. Veamos cómo hacerlo.

Hay dos formas de gestionar a los suplentes en tu equipo:

1️⃣ Como quien aparca un coche en doble fila, sabiendo que en cualquier momento vendrá alguien a tocar el claxon.

2️⃣ Como quien afila un cuchillo, sabiendo que cuando lo necesite, cortará mejor que nunca.

El problema es que muchos entrenadores creen que basta con dar minutos para que un jugador se sienta valorado. Error. Lo que marca la diferencia es cómo le haces sentir cuando NO juega.

Te dejo dos claves de inteligencia emocional para que, en lugar de apagar incendios, enciendas compromiso:

🔹 Dale un propósito, no una excusa. “Trabaja duro y llegará tu momento” es la típica frase que se dice sin pensar. Pero un líder de verdad concreta, específica y personaliza: “Veo que estás mejorando en defensa, quiero que te enfoques en la presión tras pérdida. Vamos a medir tu impacto en los entrenos”. Un buen suplente no se mantiene motivado por promesas, sino por misiones claras.

🔹 Evita el “para que no se enfade”. Muchos entrenadores meten a un jugador en el minuto 85 para compensar. Creen que así gestionan emociones, pero en realidad las están destruyendo. Un suplente necesita sentir que su entrada tiene un propósito, no que le dan migajas para que no moleste.

La inteligencia emocional no es un extra en el liderazgo. Es el pegamento que mantiene unido un equipo cuando las cosas no van bien.

📌 Pregunta de tu coach: ¿Tus suplentes están afilándose o acumulando frustración?