Madrileño nacido en 1976, crecí como un niño «normal» en Móstoles, es decir, mis primeros recuerdos son jugando al fútbol. 

Estudié en la enseñanza pública hasta licenciarme en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Siempre digo, en broma, que soy abogado por parte de madre porque fue ella la que mas empujó para que acabara una carrera a la que solo he tomado cariño gracias a las veces en las que me ha servido para ayudar a otros. 

Para compensar, digo que soy futbolista y entrenador por parte de padre. 

Ambos me educaron en la cultura del esfuerzo y utilizaron el deporte para enseñarme unos valores sólidos con los que vivir. 

Debuté en Tercera División pero mi mejor recuerdo es otro, muy alejado de la idea establecida del «éxito». Cuando nos conozcamos un poco más te cuento cual es, ¿vale?

¿Cómo descubrí el coaching? Tras licenciarme decidí irme a Londres con un amigo para «aprender inglés». Al volver, medité qué hacer con mi vida. Cursé un Master en Dirección y Gestión de Recursos Humanos y allí tuve la suerte de cruzarme con el coaching. Sería brutal decirte que ese descubrimiento me cambió la vida y que fui de los primeros en este país en arrancar esta profesión y blablabla pero no fue así. Era muy joven y no me atreví a seguir ese camino. Sin embargo, la vida me regaló una segunda oportunidad y acepté el reto que me ha llevado hasta ti.  

Soy coach capacitado para varios procesos, sin embargo el deporte ha vuelto a centrar mi atención por lo que me he ido especializando en ayudar a deportistas y entrenadores en alcanzar sus objetivos y tengo la suerte de que esto me hace feliz (y me pagan por ello).