Diferencias entre motivación y activación en el deporte.
«No pierdas de vista el presente. Recuerda que el futuro ni siquiera está aquí todavía; el pasado ya se fue. Solo el presente es tuyo.»
Marco Aurelio (filósofo estoico).
«En el calentamiento ya supe que no iba a salir un buen partido. Tenía claro, como todos, que era un partido de cuatro puntos. ¡Nos jugábamos la temporada! Sin embargo, las sensaciones no eran buenas. No solo las mías. Te diría que las del equipo al completo. Cuando miraba a los jugadores no veía esa confianza de saber que era el día. Después pasó lo que pasó». Estas son las palabras de un entrenador en una sesión reciente. De esa «charla» surge la idea para esta entrada: «¿Cómo distinguirías si tu equipo, tus jugadores, están en un estado óptimo de activación para afrontar la competición?» Como entrenador necesitas entender las diferencias clave entre motivación y activación (y sus diferentes grados) para ayudarles a tus deportistas (y a ti mismo) a liberar todo su potencial.
En este artículo, desglosamos las diferencias claves entre motivación y activación, así como el modo en que afectan al rendimiento de los deportistas. También encontrarás algunos consejos para utilizar estos conceptos con el fin de ayudar a tus deportistas a alcanzar su mejor rendimiento.
Qué es la motivación.
Una definición sencilla de motivación en el deporte sería el deseo y la energía que tiene un deportista para alcanzar sus objetivos, aquello que proporciona la fuerza de voluntad y el impulso para seguir esforzándose por lograr sus objetivos, independientemente de los desafíos, éxitos y fracasos. Un deportista realmente motivado se esforzará continuamente por superarse, incluso cuando se enfrente a obstáculos. Marco Aurelio, en Meditaciones, dijo: «El obstáculo es el camino» con ello vino a decir que los obstáculos y desafíos que encontramos en nuestra vida no deben ser evitados ni temidos, sino enfrentados con aceptación y resiliencia, ya que son parte integral del camino hacia la virtud y la realización personal.
La motivación individual atiende tanto a factores personales del deportista (la personalidad, los intereses o las necesidades) como situacionales (el liderazgo del entrenador, la situación del equipo, …) y puede provenir de distintos tipos de fuentes: (a) la motivación intrínseca, un deportista puede estar motivado por sus propios objetivos personales; y (b) la motivación extrínseca: aquella que busca el logro de un reconocimiento externo (victoria). Ambas fuentes no son excluyentes y, como entrenador, debes entender ambas para poder usarlas.
Podríamos simplificar diciendo que la motivación es esa fuerza que nos impulsa para lograr nuestros objetivos a un plazo medio-largo, cuyo abordaje debe ser mayoritariamente cognitivo y que se expresa en actitudes.
Qué es la activación.
En cambio, la activación (o arousal) resume la disposición de un deportista para rendir. Esto incluye su nivel de excitación o alerta fisiológica, concentración o activación psicológica y niveles de energía.
La activación abarca varios niveles desde la relajación profunda hasta la máxima excitación. Hoy quiero centrarme en dos estados de ese abanico: activación óptima e hiperactivación.
- La activación óptima se da cuando el nivel de excitación y concentración de un atleta está en el nivel perfecto para un rendimiento máximo. Cada deportista tiene una zona óptima e, igualmente, cada uno la alcanza de una manera diferente (tanto a nivel fisiológico como psicológico).
- Por otro lado, la hiperactivación significa que un deportista está demasiado excitado y ansioso. Esto a menudo puede conducir a una mala toma de decisiones y a una disminución del rendimiento. Los deportistas hiper-activados pueden perder el foco con facilidad.
Hace algún tiempo, trabajando con un entrenador sus charlas pre-competición, expliqué la diferencia entre activación óptima e hiperactivación de esta forma: «imagina que estas a punto de saltar a un abismo, la activación optima te dará alas, la hiperactivación te pondrá un peso extra», y mi siguiente pregunta fue: «Esta charla que propones, ¿qué efecto tendrá en tus jugadores: alas o peso extra?»
¿Resumen? La activación es la energía con la que actuamos. Es el ahora (su tiempo es el inmediato), se expresa en el comportamiento por tanto su abordaje es conductual.
Relación entre motivación y activación.
Aunque puedan parecer similares, la motivación y la activación, desde la perspectiva de la psicología del deporte, son bastante diferentes. La motivación carga a un deportista con el deseo y la voluntad de alcanzar sus objetivos, mientras que la activación determina cómo canalizan ese impulso para obtener resultados.
La activación puede estar influenciada por varios factores, incluyendo el estado actual de motivación de un deportista. Un deportista «muy motivado» puede tener la energía necesaria para mantener los niveles de rendimiento deseados. Por el contrario, un atleta que lucha por mantenerse motivado o que, directamente, está desmotivado, puede tener dificultades para activarse en el momento adecuado.
Cómo utilizar la motivación y la activación para desbloquear el rendimiento.
Ahora que conoces las diferencias entre motivación y activación, es hora de trabajar. ¿Conoces cuál o cuáles son las motivaciones de tus deportistas? Esta información puede ayudarte a comprenderles a un nivel más profundo y, con ello, sacarles un rendimiento extra que redundará en beneficio del equipo. ¿Cómo? Alineando su motivación con los objetivos comunes del equipo. En mis comienzos como coach deportivo trabajé con un entrenador que tenía una relación «difícil» con su mejor jugador, al que consideraba egoísta por priorizar su objetivos personales a los del equipo. La historia, esta vez, tuvo un final feliz. Lograrlo fue el resultado de un trabajo duro por ambos para alinear objetivos. Todas las partes alcanzaron sus objetivos (el equipo se salvo, el entrenador renovó y el jugador fichó por un club más grande).
Hay algunas estrategias básicas que puede utilizar para ayudar a tus deportistas a mantenerse adecuadamente activados. Hoy te dejo dos técnicas que funcionan bastante bien y lo haré invitándote a reflexionar con preguntas:
- ¿Cuándo fue la última vez que preguntaste a tus deportistas por qué tipo de calentamiento previo a la competición necesitaban? ¿El que realizan ahora es el idóneo para su activación? ¿Todos los jugadores realizan y/o necesitan el mismo calentamiento? ¿Por qué un portero realiza un calentamiento específico y no un delantero centro? Cada deportista es diferente, tanto física como psicológicamente, y posee necesidades distintas. Adaptarte lo más posible a esas particularidades físicas y mentales es esencial para maximizar su activación.
- ¿Qué resultados crees que tendría un ejercicio de visualización con tus jugadores? La visualización es un poderoso recurso para optimizar el desempeño. En ella los jugadores tienen la oportunidad de proyectarse en la imaginación enfrentando la competición, superando desafíos y alcanzando metas. Gracias a la visualización guiada podrán cultivar la confianza y la determinación necesaria para afrontar los retos de la competición. El poder de la mente se entrelaza con la realidad permitiendo un pensamiento focalizado. Es una herramienta que los entrenadores usan semanalmente cuando piensan en su siguiente partido o competición.
El entrenador activado y motivado.
Por último, recuerda que la motivación y la activación no sólo se aplican a tus jugadores. Como entrenador también es muy importante mantenerse motivado y lograr una activación óptima para proporcionar el mejor apoyo y orientación a tu equipo. Tu trabajo como entrenador consiste, al menos parcialmente, en añadir valor a tus jugadores viendo más allá de lo que ellos ven, anticipando y aportando soluciones eficientes a problemas del juego. Una activación excesiva puede llevarte a un estado de sobreexcitación que resulte contraproducente, mientras que una activación insuficiente puede mantenerte en un estado de letargo. Como antes te decía, la técnica de visualización es muy útil para entrenadores tanto para preparar la competición como para preparar su papel en ella. Por eso trabajar en ella es tan importante. Te pongo un ejemplo: Piensa en el último cambio que realizaste en un partido, ¿qué objetivos buscabas? Estos objetivos son la respuesta a tu visualización.
¿Quieres otro camino para mejorar tu rendimiento en competición?: ¿Cuándo fue la ultima vez que te pusiste objetivos para el partido?
La motivación en los entrenadores es fundamental ya que su profesión es una carrera de fondo que precisa de constancia, persistencia y objetivos claros. En mi carrera como coach he trabajado con entrenadores que habían perdido la motivación y, sin saberlo, estaban atravesando un proceso de perdida (e, incluso, en algunos casos un despido interior). Muchos de ellos tenían una cosa en común: habían soñado con el éxito, pero nunca habían planeado «su éxito».
Conclusión
Desde la perspectiva de la psicología del deporte, la motivación y la activación son impulsores clave del rendimiento tanto de los jugadores como de los entrenadores. Como entrenador debes conocer las diferencias entre ambos conceptos para adaptar estrategias que impulsen el rendimiento de tus deportistas y el tuyo propio. Recuerda, la activación es el aquí y ahora y gracias a una activación optima te dará alas para alcanzar tus objetivos, mientras que activación inadecuada (por insuficiente o excesiva) supondrá un peso muerto que dificultará lograr tus metas y las del equipo. Mientras, la motivación es el faro que nos guía, eso que nos ayuda a seguir caminando cada día.
Bonus track: Las charlas prepartido
En los últimos tiempos se han puesto muy de moda, en especial en partidos de gran transcendencia, las charlas pre-partido que trascienden la clásica explicación sobre el plan de partido y están cargadas de «frases motivacionales». Son una herramienta que busca conectar al jugador con su parte emocional para activar un plus de energía, generar una conexión profunda con cada miembro del equipo. Este «encender la chispa» conecta la motivación intrínseca con la activación. Este tipo de charlas es un arte que requiere de unas grandes dotes comunicativas. La buena noticia es que esta capacidad para despertar el espíritu de lucha, resiliencia y galvanizar a cada jugador hacia el objetivo común también se puede entrenar.
Te dejo un discurso mítico de Al Pacino en la película «Un domingo cualquiera»: aquí o un artículo antiguo de Marca sobre ello : aquí y la promesa de escribir sobre estas charlas.
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