Liderazgo eficaz en el deporte: guía para entrenadores
«El arte del liderazgo es saber cuándo dar órdenes y cuándo dar ejemplo.»
Napoleón Bonaparte.
¿Te has preguntado alguna vez qué diferencia a un buen entrenador de un gran entrenador? Ganar es la primera respuesta que nos aparece en la mente, pero es una respuesta insuficiente ya que todos los entrenadores ganan y pierden (y, además, ganar es un aspecto que excede la esfera de nuestro control). En mi opinión, una de las diferencias está en el impacto que genera un liderazgo efectivo. Como entrenador, una de tus tareas más importantes es proporcionar un liderazgo eficaz a tu equipo. Para ello, debes tener en cuenta algunos aspectos fundamentales. En esta entrada de El Secreto del Éxito haremos una aproximación al concepto de líder eficaz en el deporte e incluiré algunos tips para que puedas mejorar tu liderazgo. ¿Estás listo para sacar el máximo partido de tus deportistas y ayudarles a desarrollar todo su potencial para crear un equipo que logre sus objetivos? Pues sigue leyendo.
Reconociendo las habilidades de liderazgo
Antes de entrar en consejos y estrategias para un liderazgo eficaz, es importante reconocer lo que se califica como liderazgo. Una definición sencilla de liderazgo podría ser la capacidad de influir en el comportamiento de los miembros de un equipo para lograr objetivos comunes. Este liderazgo puede manifestarse a través de acciones, palabras o actitudes que motivan, inspiran y orientan hacia metas comunes en el contexto deportivo. Un líder es capaz de fomentar la cohesión del equipo, mejorar el rendimiento individual y colectivo, y contribuir al desarrollo personal y deportivo de los miembros del equipo.
Un líder eficaz, además de todo lo anterior, logrará resultados positivos, sostenibles y ecológicos en términos de desempeño deportivo y bienestar psicológico de los miembros del equipo. Un líder eficaz posee habilidades para gestionar el conflicto, tomar decisiones acertadas bajo presión, comunicarse de manera efectiva, fomentar la confianza y generar cohesión en el equipo, así como adaptarse a las necesidades y demandas cambiantes del entorno deportivo. Además, este líder promueve un ambiente de trabajo y entrenamiento que maximiza el potencial de cada individuo y del equipo en su conjunto.
En resumen, un líder eficaz es aquel que logra resultados tangibles y positivos tanto en el rendimiento deportivo como en el bienestar psicológico de los involucrados.
Coherencia y auto-exigencia
El entrenador es el líder formal en todo equipo deportivo aunque todo entrenador debe aspirar a ser también unos de los líderes informales de su equipo (y establecer sinergias con los otros). La coherencia de un líder eficaz es fundamental para establecer y mantener una cultura sólida y exigente dentro de su equipo. La coherencia implica que el líder demuestre consistencia en sus acciones, palabras y valores, entre lo que exige y lo que hace, lo cual es esencial para ganarse la confianza y el respeto de sus atletas.
Un entrenador-líder coherente proporciona un marco sólido para el desarrollo individual y colectivo de los miembros del equipo, ya que saben qué esperar y cómo trabajar para alcanzar los objetivos establecidos.
Además, la coherencia del entrenador-líder en relación con la cultura y la exigencia que implanta en el equipo ayuda a crear un ambiente de trabajo positivo y motivador. Los atletas se sienten inspirados a esforzarse al máximo y a superar desafíos, sabiendo que cuentan con un líder que respalda y promueve un alto nivel de rendimiento.
En una sesión con un entrenador de futsal en la que trabajábamos su cese, me comentó que su vestuario empezó a romperse cuando él empezó a saltarse algunas normas que habían sido pactadas y que, hasta ese momento, todos respetaban. El equipo entendió que esas normas era «flexibles» o innecesarias.
Estrategias de motivación
Una de las partes más importantes de ser un líder eficaz es ser capaz de motivar e inspirar a sus jugadores, ya que esto es el combustible que impulsará a su equipo hacia el éxito. Un buen líder conoce las motivaciones individuales de cada jugador (tanto intrínsecas -intereses personales, la satisfacción,…- como extrínsecas) y utiliza estrategias adaptadas para cada uno. Estas técnicas incluyen claves para la motivación como:
- El reconocimiento del esfuerzo: valora y reconocer públicamente el trabajo de cada deportista. Esto no solo refuerza la confianza del jugador, sino que también fomenta un sentido de pertenencia al equipo.
- Celebración de logros: celebra los logros de metas individuales y colectivos, incluso los que parezcan pequeños ya que es una forma de dar valor al trabajo realizado. No es necesario organizar una gran fiesta, algunas veces algo simbólico tiene un gran efecto. Trabajando con un entrenador «obsesionado con defender bien» (según sus propias palabras) se nos ocurrió que cuando su equipo no encajara goles en la primera sesión después de la competición el equipo se aplaudiría asimismo como reconocimiento.
- Dar feedback que ayude a sus jugadores a progresar y la creación de un entorno positivo. El éxito de todo entrenador está muy ligado al éxito de sus equipos y de sus jugadores. Si ellos crecen, tú lo harás también.
- Entorno Positivo: Crea un ambiente positivo y de apoyo donde los jugadores se sientan seguros para tomar riesgos y aprender de sus errores. Crecer en un ambiente en donde la motivación proviene del miedo al error es realmente difícil.
Un líder efectivo sabe cómo despertar la pasión y el compromiso de los jugadores, incluso en los momentos difíciles, y para ello es necesario tomarse el tiempo de conocer a las personas que integran el equipo. Recuerda trabajar en los dos ámbitos de la cohesión: a la tarea y la social.
Comunicación eficaz
La comunicación es uno de los aspectos más importantes para ser un líder eficaz también en el deporte. Es imposible ser un buen entrenador sin ser un comunicador eficaz. Imposible. ¿Por qué? Todo el trabajo de un entrenador se basa en comunicar, ya sea desde el lenguaje verbal, no verbal y paraverbal. Desde una instrucción táctica hasta la motivación dependen de la capacidad para comunicar, es decir, de transmitir un mensaje de forma comprensible para el jugador (receptor del mensaje).
Aunque existe una segunda dimensión que se suele olvidar: la comunicación es un proceso bidireccional. Los entrenadores deben ser abiertos y honestos con sus jugadores, crear una cultura de confianza y ser capaces de escuchar activamente las preocupaciones y opiniones de sus jugadores.
La palabra clave de esta competencia es asertividad que se define como la habilidad que permite a las personas expresar de manera adecuada, sin hostilidad ni agresividad, sus emociones frente a otra persona. El uso de la asertividad ayuda a comunicar de forma transparente evitando malentendidos y confusiones, ofrece el respeto que permite crear un equipo desde la confianza y la colaboración, además es un secreto del éxito puesto que mejora el rendimiento tanto individual como colectivo (un equipo en el que la información fluye sin fronteras tomará mejores decisiones que uno en el que existe un único elemento de conocimiento).
Resiliencia y adaptabilidad
Todo buen entrenador va a enfrentarse a momentos difíciles a lo largo de una temporada o, incluso, a lo largo de un partido. A pesar de los retos, es importante mantener la resiliencia y la capacidad de adaptación. Los entrenadores deben ser capaces de recuperarse de la adversidad, aprender de sus experiencias, mantenerse positivos y centrados en sus objetivos, y ser flexibles y abiertos al cambio (resiliencia). De la misma manera, deben ser capaces de adaptarse rápidamente a las diferentes circunstancias que se dan en la competición.
Un entrenador eficaz logrará que su equipo tenga estas mismas características ya que en un solo partido se viven varios partidos emocionalmente hablando. Un equipo resiliente es aquel que posee la capacidad de adaptarse a los cambios y dificultades, afrontándolas desde una mentalidad positiva y seguir compitiendo perseverando en el logro de sus objetivos.
Proporcionar apoyo
El deporte, la competición, hace que las emociones se intensifique de manera exponencial. Los entrenadores – líderes eficaces transitan las emociones propias desde el equilibrio, sin dejarse arrastrar por los momentos alto o bajos (ni somos los mejores ni somos los peores), y ayudan a sus jugadores a manejar las suyas, especialmente en situaciones de presión o estrés. Sobre este último punto, es vital que los entrenadores trabajen con sus jugadores para establecer objetivos realistas y trabajar con todo el equipo en un plan para alcanzarlos.
¿Cómo crees que un deportista alcanzará su máximo nivel: desde el miedo a equivocarse o desde el reto de superarse?
Pep Guardiola, tras perder en cuartos de final de la Champions League contra el Real Madrid en un partido épico, afirmó: «Qué manera más cojonuda de perder» con lo que mostró un apoyo incondicional con el partido realizado por sus jugadores.
Toma de decisiones
La vida de todo entrenador es una toma de decisiones continua. Algunas corresponden a su día a día (plan de partido, convocatorias, alineaciones) y otras son decisiones estratégicas (fichajes o salidas del club) y debe tomarlas -generalmente- en contextos de presión y a una gran velocidad. Además, muchas de ellas son terriblemente difíciles e impopulares.
Muchos son los factores que debe manejar un entrenador para tomar decisiones (información, sesgos, opiniones de su staff, presión del club, de los medios,…), por ello existen dos principios básicos que debe conocer: tomar decisiones es un proceso que mejora con el tiempo (siempre que exista un aprendizaje en ello) y la toma de decisiones exige responsabilidad ante uno mismo y antes los demás componentes del equipo ya que toda decisión es un juego de riesgo – recompensa.
Buscar el crecimiento constante.
Por último, los entrenadores – lideres eficaces saben que su profesión es muy exigente y tiende a recompensar a aquellos que deciden crecer de forma constante. Este crecimiento puede venir de fuentes formales o informales. Es decir, desde aprender de otros entrenadores a formarse con cursos específicos que amplíen sus conocimientos y mejoren sus competencias directivo-ejecutivas (el coaching es una herramienta inmejorable en este punto).
En el mundo tan exigente y competitivo como el del deporte, un entrenador que deja de progresar no es un entrenador que se mantiene, es un entrenador que pierde.
Conclusión
Convertirse en un líder eficaz es un proceso que necesita tiempo, no sucede de la noche a la mañana. Se necesita tiempo, dedicación, perseverancia y humildad para desarrollar las destrezas y habilidades necesarias. El coaching permite acortar esos plazos por su capacidad de impacto. Se trata de una formación individual y personalizada que maximiza resultados en aquellos entrenadores que están dispuestos a esforzarse y dedicar tiempo a aprender y crecer. Los consejos de esta guía pueden ayudarles a iniciar su camino para convertirse en líderes eficaces e inspirar a sus equipos para que alcancen la grandeza.
Si eres entrenador y quieres trabajar las cualidades de liderazgo necesarias para llegar a ser un líder eficaz, te invito a ponerte en contacto conmigo para una sesión inicial que te haga despegar hacia tu objetivo.
#CoachingDeportivo para #entrenadores que quieren #SerMejores cada día.
#Liderazgo #Comunicación #Motivación #Equipo #MentalidadGanadora