Claves para el éxito en la gestión de conflictos en equipos deportivos
«No es lo que te ocurre lo que te perturba, sino tu juicio sobre lo que te ocurre.»
Epicteto.
En todas las sociedades o grupos humanos se dan conflictos. Los equipos deportivos no son una excepción. La convivencia de egos – en ocasiones superlativos -, intereses diferentes y objetivos no necesariamente alineados con los del equipo, junto con la existencia de un elemento desestabilizador permanente como es la competencia interna por un puesto pueden llegar a ser una mezcla perfecta que funcione como detonante del conflicto. La chispa que haga estallar esa mezcla puede ser desde una diferencia de opinión hasta problemas de comunicación o incluso choques de personalidad. Si no se gestionan de forma adecuada, estos conflictos pueden afectar negativamente al rendimiento del equipo, la cohesión del grupo. Por ello, el entrenador debe trabajar la gestión de conflictos como parte de su formación en competencias directivas y de liderazgo. En este artículo te ofrezco algunas claves para gestionar los conflictos en equipos deportivos de forma eficaz:
1. Comprende las causas subyacentes:
Un entrenador cuando dos de sus deportistas se enfrentan en un vestuario debe saber si ese enfrentamiento es un hecho puntual o como la culminación de un proceso. El primer paso para resolver un conflicto es comprender las causas que lo originaron. ¿Qué es lo que ha provocado el conflicto? ¿Es ese encontronazo algo fortuito o se venía gestando? ¿Conoces lo que realmente hizo saltar la chispa o existe algo más profundo que está perjudicando al equipo de manera silenciosa?
Para comprender las causas del conflicto, es importante tener toda la información posible: habla con las partes involucradas y escucha sus puntos de vista (es necesario crear un espacio seguro, un clima de confianza y seguridad para que se produzca una conversación poderosa), añade cuanta información adicional puedas encontrar (¿existe gente en tu staff que pueda tener información relevante? (el segundo entrenador o los «fisios» suelen tener un contacto más directo y personal con los jugadores y jugadoras).
Puede ser muy ilustrativo observar la dinámica del equipo durante los entrenamientos y los partidos para identificar posibles patrones de comportamiento que puedan estar contribuyendo al conflicto. En coaching de equipos utilizamos una herramienta que te puede ayudar: «el coach en la sombra» o shadow coaching.
Recuerda que conocer y comprender son dos términos diferentes. Tener la información es el primer paso, manejarla de forma eficiente puede llevarte un nivel superior en la gestión de equipos.
2. Resuelve los conflictos desde el inicio:
El refrán «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy» se inventó para resolver conflictos. Es importante no dejar que los conflictos se enquisten, atácalos lo antes posible ya que rara vez se resuelven solos. Cuanto antes se aborden, más fácil será resolverlos.
Aquí te dejo algunos consejos para resolver los conflictos desde el inicio:
- Una vez que tengas la información y comprendas que ha pasado realmente debes valorar qué grado de intervención deberás tener. ¿Es necesario que sea el primer entrenador el que se ocupe? Recuerda, quedarse al margen y/o permitir a tu staff liderar el proceso de resolución, también es una forma de intervenir (y muestra una gran confianza en ellos).
- Crea un espacio seguro donde los jugadores puedan expresar sus sentimientos y opiniones sin miedo a ser juzgados no surge de forma espontanea e instantánea, se debe crear desde el comienzo de tu relación con el equipo. Si necesitas crearla ad hoc es muy probable que necesites figuras externas a tu staff (e incluso, al club). Me permito un consejo personal: igual que cuando estas nervioso no funciona que alguien te suelte «no te pongas nervioso», decirle a un deportista «confía en mi» no funciona si no has creado desde el inicio ese espacio seguro.
- La mejor solución de un conflicto es aquella que es sostenible en el tiempo. Toda herida cerrada en falso se reabrirá antes o después por ello involucrar a las partes es fundamental: ¿Es posible que las partes encuentren puntos en común que permitan un acuerdo? Recuerda, en el deporte profesional las partes pueden llegar a arrastrar a mas gente: no restes importancia al entorno de cada parte involucrada.
- Si es necesario, busca la ayuda de un coach que facilite el proceso de encontrar una solución. En algunas ocasiones, los deportistas entienden que el entrenador o su staff, como figuras de autoridad en el equipo, no son los ideales para escuchar sin juzgar o sospechan que la información que ofrezcan no se utilizará de forma exclusiva para aquello que se ofrece. Este recelo es lógico, los entrenadores toman decisiones constantemente sobre quién juega y quién no, sobre quién sigue en el equipo y quién no, pedir a un deportista plena confianza para que te cuente algo que puede hacerle muy vulnerable es, en ocasiones, un imposible. Esta figura externa puede lograr el espacio seguro del que antes te hablaba de manera mas sencilla. Eso sí, recuerda que si contratas a un profesional para gestionar el conflicto debes poner toda tu confianza en su trabajo.
3. Establece expectativas y normas claras para el equipo:
La mejor forma de prevenir un conflicto es evitando que se produzca. Para ello es necesario establecer expectativas y normas claras para el equipo. Esto incluye definir los roles y responsabilidades de cada jugador, así como las reglas de comportamiento que se deben seguir tanto dentro como fuera del terreno de juego.
Cuando un deportista conoce su rol dentro del equipo puede enfocarse en su rendimiento, asumiendo la responsabilidad de su éxito.
El deporte tiene una gran transcendencia pública por lo que los deportistas deben guardar un comportamiento adecuado tanto dentro como fuera de la cancha.
Rafa Márquez, entrenador del filial del FC Barcelona, ha sido noticia estos días por hacer publicidad sobre casas de apuestas deportivas en sus redes sociales. Este comportamiento ha sido puesto por el FC Barcelona en manos de su departamento de Compliance.
Todos los club deportivos tienen un código de conducta, más o menos elaborado, pero no todos sus deportistas lo conocen. Asegúrate de que todos los jugadores comprendan las normas del club y las sanciones que conllevan su incumplimiento.
Por último, más allá de lo establecido por el club, cada equipo puede generar sus propio código normativo. Una de las responsabilidades del entrenador es fijar un mínimo de conductas que no serán aceptables en su equipo, pero una vez fijadas estas ¿qué impide que los deportistas las completen con otros comportamientos que no sean admisibles?
Como coach te lanzo una pregunta para que reflexiones: «¿Quién es el responsable de fijar las sanciones?»
4. Fomenta la comunicación abierta y el trabajo en equipo:
Antes hablábamos de la necesidad de tener un espacio seguro para ayudar a la resolución de conflictos, pero la comunicación abierta y el trabajo en equipo también son esenciales para prevenir y minimizarlos.
Un ambiente de trabajo como el sugerido permite a los jugadores y jugadoras expresar sus ideas y opiniones de forma abierta, sin miedo a represalias o a que las discrepancias tengan consecuencias.
Esto no se consigue solo con la frase «tenéis las puertas de mi despacho abiertas». Es un primer paso, pero solo eso. Puedes organizar actividades que fomenten el trabajo en equipo y la cooperación entre los jugadores. Además, este punto necesita que desarrolles tu capacidad asertiva (fundamental para ejercer un liderazgo inspiracional y transformacional) puesto que existen momentos en los que el entrenador debe hacer prevalecer su opinión. El «ordeno y mando» es el comportamiento antagonista al que referimos en este punto, por ello comunicar decisiones de forma asertiva es fundamental. La buena noticias es que la asertividad también se trabaja (conmigo, claro).
Conclusión:
La gestión de conflictos es una parte esencial del liderazgo de un equipo deportivo. Al comprender las causas de los conflictos, resolverlos desde el inicio, establecer expectativas y normas claras y fomentar la comunicación abierta y el trabajo en equipo, puedes crear un ambiente positivo y productivo para tu equipo.
Recuerda:
- Un equipo unido es un equipo más fuerte.
- Los conflictos son inevitables, pero se pueden resolver de forma eficaz.
- La comunicación es la clave para prevenir y resolver los conflictos.
Si necesitas ayuda para gestionar los conflictos en tu equipo deportivo, no dudes en contactar conmigo, como coach deportivo especializado en trabajar con entrenadores puedo ayudarte a lidiar con ellos y a potenciar una competencia esencial en tu trabajo.
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