Cómo los entrenadores jóvenes pueden liderar de forma eficiente a su cuerpo técnico.
«Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.»
Provervio.
¿Al dirigir a tu staff técnico te has sentido alguna vez como el director de una orquesta que no funciona? ¿en la que cada músico toca la partitura que quiere y cómo quiere? ¿Sientes que estás cargando con todo el trabajo mientras que tu staff parece tener tiempo libre? Todo entrenador joven sueña con entrenar un equipo de alto nivel en el que tener un equipo técnico. Puede incluso que sea uno de tus objetivos iniciales o, incluso, puede que lo hayas logrado. Si es así, ahora te enfrentas a un reto aún mayor: liderar a otros entrenadores, delegar tareas clave y gestionar el rendimiento de tu equipo de colaboradores.
Uno de mis clientes, un joven entrenador, se encontró en esta situación. Cuando empezamos a trabajar juntos sólo tenía un gran sueño en mente (lo que no le diferenciaba de la mayoría de los entrenadores), pero sin un plan claro para ejecutarlo. Nuestras sesiones de coaching le ayudaron a definir sus metas y los pasos concretos para alcanzarlas. Esta temporada, fichó por un equipo que le permitió crear su propio staff técnico, a excepción de un miembro que era de la “casa”. ¿El resultado? Lo que parecía una oportunidad de oro pronto se convirtió en una fuente de frustración y agotamiento.
La falta de experiencia en la selección de personal, sumada a la dificultad de delegar y a la presión por querer supervisarlo todo, lo llevaron al límite. Fatiga mental y física, disminución de rendimiento… hasta que decidió volver a contactarme para enfrentar este desafío juntos. Este artículo es el reflejo de ese proceso de aprendizaje. Como me dijo mi cliente: «Si esto puede ayudar a otros entrenadores a evitar lo que yo pasé, adelante».
¿Te reconoces en esta historia? Si es así, sigue leyendo. Lo que viene podría ser la clave para que transformes tus habilidades de liderazgo y, con ello, el futuro de tu equipo.
La importancia de delegar en equipos deportivos.
Ser entrenador es un trabajo apasionante ya que abarca muchos campos diferentes que exigen manejar competencias y habilidades muy diversas. A las “tareas técnicas”, propias del deporte, se añaden otras que llamaré “tareas extradeportivas” que van aumentando según creces en tu profesión y te acercas al alto rendimiento.
Por ello, es increíblemente importante que, siempre que sea posible, puedas delegar tareas en tus ayudantes para lograr cuatro objetivos fundamentales:
A.- Maximizar tu productividad personal, centrando tu visión en el conjunto, y retrasando tu agotamiento físico y mental que se acelerará si intentas hacerlo y controlarlo todo.
B.- Mostrar a tu staff técnico que confías en ellos: que “no están para poner y quitar conos” como me dijo mi coachee en una sesión. Esto, por sí solo, generará en ellos un sentido de pertenencia.
C.- Generar sinergias en tu equipo técnico y un espacio de confianza en donde la comunicación (no solo la información) circule sin problemas. Con ello tu visión del equipo se ampliará, con lo que lograrás ser mejor entrenador.
D.- Por último, el motivo que más me gusta ya que creo que marca la diferencia entre grandes entrenadores y buenos entrenadores: saber delegar no sólo es una habilidad, sino una muestra de liderazgo. Los entrenadores que dominan esta competencia demuestran su capacidad para construir equipos sólidos, fomentar la autonomía y alcanzar resultados superiores. Saber delegar es una de las competencias más buscadas de las habilidades blandas en los entrenadores: es una característica de los líderes más eficientes.
Pregunta clave: ¿Qué es delegar?
Cuándo pregunté esto a «mi entrenador» me miró con una sonrisa, y me dijo “ya empezamos con tus juegos”. La respuesta parece sencilla: delegar es que otros hagan parte de tus tareas.
Pero
¿Delegas sólo la realización de esa tarea? ¿Su planteamiento y desarrollo? ¿El establecimiento de objetivos? ¿Su control?
Estas preguntas son clave, desde mi punto de vista.
Una idea que debes guardar: Un primer entrenador es el máximo responsable de todo lo que pasa en su equipo. Esto incluye las tareas que has delegado. Jamás se delega la responsabilidad final sobre la tarea delegada. Esto lleva a otras preguntas como: ¿se puede delegar todo? ¿Cómo ejercer el control sobre las tareas delegadas?
¿Qué delegar? ¿Se puede delegar todo?
Si delegar fuera tan sencillo como repartir tareas entre tu equipo técnico no estarías leyendo esta entrada, ¿verdad? El principio básico es delegar la tarea en la persona apropiada para ello. Es fundamental conocer los puntos fuertes, campos de mejora e intereses de tu staff. El objetivo no es que otro haga la tarea, sino que esa tarea sea realizada por la persona capaz de hacerla mejor. No delegarías la tarea de la preparación física en el analista, ¿verdad?
Dos ideas fuerza para delegar de forma eficiente:
- Algunos trabajos son muy específicos: preparación física, análisis basado en big data, entrenamiento de porteros … la vertiginosa profesionalización del deporte ha llevado a que existan profesionales que cubren estos campos. Si los tienes, aprovéchalos. Si no los tienes, búscalos aunque no los necesites aún.
- ¿Entre tus ayudantes existe alguno que tenga especial interés por una tarea concreta? ¿Alguno que cuente con una competencia excelente en algún campo? Por ejemplo, existen segundos entrenadores que adoran las ABP. ¿Quién hará un trabajo más eficiente: un entrenador interesado por esa tarea o un entrenador sin esa pasión?
¿Existen tareas no delegables?
La respuesta es sí. Existen algunas tareas que debes hacer por contrato (ruedas de prensa) y otras que por su importancia para el equipo o club no debes delegar. ¿Cuáles? Para ello debes comenzar por hacer un listado de las tareas que realizas como entrenador incluyendo aquellas que hace tu staff. ¿Cuáles consideras de una importancia tal que no quieres que otro las haga por ti? ¿Cuáles crees que debes hacer tu personalmente? ¿Qué motivos te han llevado a elegir esas tareas?
Delegar de forma eficiente.
Imagina esta escena: estás en una cena con otros entrenadores y uno de ellos te cuenta como su segundo entrenador lleva meses haciendo la misma rutina de inicio de sesión. Los jugadores están desmotivados y aburridos, hasta tal punto que el capitán ha expresado que están hartos. ¿Es un problema del segundo entrenador? ¿Del primer entrenador? ¿Crees que este primer entrenador ha delegado de forma «correcta»? Esta historia es real.
Muchos entrenadores creen que delegar es simplemente asignar tareas a otros. Delegar es mucho más: es empoderar a tu equipo, fomentar la creatividad y construir un ambiente de trabajo colaborativo.
y, en algunos casos, potenciar a las personas que trabajan contigo haciéndoles mejores y preparándoles para dar un salto si así lo quieren.
Tres tips para una delegación eficiente:
- Define el objetivo de la tarea de forma clara y específica. ¿Qué resultados quieres obtener con esa tarea? El camino más corto para que la delegación sea un fracaso es soltar a tu colaborador sin que tenga claro qué quieres lograr, el motivo por el que esa tarea es importante y qué hace que sea el encargado.
- Empodera a tu staff. Confía en las habilidades de tu equipo, permitirles trabajar con autonomía, y fomentar su autonomía. Deben sentir que respetas su trabajo y que estás para apoyarles.
- Ofrece feedback que permitan crecer a tus colaboradores: refuerza las tareas desarrolladas que hayan cumplido el objetivo, el desempeño de tus colaboradores indicando exactamente qué es lo que ha hecho merecedor de ese reconocimiento. Igualmente, si no te ha gustado algo debes decirlo. ¿Cómo decirlo? Dos cosas básicas: primero, se evalúan conductas, no a la persona que la realiza y, por otro, señala exactamente lo que no te gustó. ¿Quieres añadir valor a esta corrección? Añade una forma para hacerlo mejor. Recuerda tres conceptos claves: asertividad, empatía y bilateralidad en la conversación.
¿Problemas para delegar? Desbloquea tu potencial como entrenador
Estoy seguro de que crees que los entrenadores jóvenes tienen más problemas para delegar que otros con más años en los banquillos. Yo no estoy seguro de esta afirmación. Sinceramente, no creo que cumplir años te asegure tener más experiencia. Creo que lo que te hace crecer es el aprendizaje que hagas de tus vivencias (es a lo que llamamos comúnmente experiencia) y que esta se puede acelerar con procesos de crecimiento personal (como el coaching).
Me sirvo del ejemplo de “mi entrenador”: si él se hubiera limitado a pensar que había elegido mal a uno de sus colaboradores, no habría logrado crecer en esta competencia.
Dicho esto, quiero centrarme en aquellos desafíos que vivo con alguno de mis entrenadores a la hora de delegar:
- Desconfianza en el colaborador: «¿Cómo puedo estar seguro de que mi ayudante hará un buen trabajo?» Consejo: Delega tareas específicas, comienza con responsabilidades menores y ofrece un feedback claro y constructivo. La confianza se gana con el tiempo y la experiencia compartida.
- Inseguridad propia: «¿Y si lo hace mejor que yo?» Consejo: Recuerda que delegar no es una señal de debilidad, sino de fortaleza. Un buen líder sabe rodearse de personas talentosas y empoderarlas.
- Dificultad para priorizar y asignar tareas a la persona correcta: «¿Cómo sé qué tareas son las más importantes para delegar?» Consejo: Identifica tus tareas más importantes y aquellas que otros pueden realizar. Utiliza herramientas como la matriz de Eisenhower para priorizar tus tareas y las de tu equipo.
- Culpabilidad por delegar: «¿Estoy siendo perezoso si delego tareas?» Consejo: Delegar no es sinónimo de no hacer nada. Es una forma de optimizar tu tiempo y permitir que tu equipo crezca.
- Confundir liderazgo con dirección: «¿No es mi trabajo hacer todo yo mismo?» Consejo: Liderar implica inspirar, motivar y guiar a tu equipo. Dirigir se centra en las tareas diarias. Un buen líder delega y confía en su equipo.
Conclusión.
Delegar no es solo una habilidad, es una inversión en tu crecimiento como entrenador y en el éxito de tu equipo. Al delegar tareas, liberas tiempo para concentrarte en lo que realmente importa: la estrategia, la motivación y el desarrollo de tus atletas. Además, empoderas a tu equipo, fomentas su crecimiento y construyes un ambiente de trabajo más colaborativo y productivo. Si deseas profundizar en tus habilidades de delegación y liderazgo, te invito a explorar nuestras sesiones de coaching deportivo especializadas. ¡Contáctanos hoy mismo y descubre cómo podemos ayudarte a alcanzar tu máximo potencial!
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