Aprovecha el verano: invierte en tu carrera como entrenador: fórmate en habilidades de liderazgo con un coaching especializado.

Cuando era entrenador siempre utilizaba el comienzo del verano para hacer cursos y asistir a conferencias sobre temas que me parecían muy útiles y necesarios:  táctica, metodología, scouting e, incluso, charlas motivacionales. Ahora, como coach deportivo, recomiendo a mis clientes que asistan (sea como ponentes o como oyentes) pero que las completen con un trabajo individualizado que mejore sus competencias y habilidades de liderazgo. Antes de dar la temporada por acabada, hago que «mis» entrenadores reflexionen sobre su rendimiento e identifiquen áreas de mejora sean tácticas o de dirección de equipos. Por suerte, cada vez más entrenadores dan el paso e invierten en programas especializados de coaching que se adaptan a sus necesidades y retos individuales. En este artículo, exploraremos la importancia del desarrollo del liderazgo para los entrenadores y cómo puede impactar positivamente en sus equipos y en su rendimiento. ¡Qué mejor manera de acabar una temporada que siendo mejor entrenador que al comienzo de la misma!

Evalúa tus logros esta temporada

Cuando la temporada llega a su fin, es crucial que como entrenador o entrenadora hagas balance de tu rendimiento más allá de victorias y derrotas. Es el momento de evaluar a fondo tu desempeño a lo largo de la temporada e identificar tus áreas de mejora. Reflexionar sobre cada partido, sesión de entrenamiento e interacción con los miembros del equipo te proporcionará valiosas ideas para crecer como entrenador. 

Mirando hacia atrás en la temporada, analiza las estrategias que han tenido éxito y las áreas que pueden haber contribuido a los desafíos. Este proceso de reflexión es esencial para aprender tanto de los triunfos como de los errores, y te hará cultivar una mentalidad de mejora continua. Tanto si se trata del desarrollo de planteamientos tácticos como de la gestión de la dinámica del equipo o del crecimiento individual de los jugadores, todos los aspectos deben considerarse y revisarse cuidadosamente. El trabajo de entrenador tiene muchas facetas y dejar alguna abandonada no es una buena idea si tu objetivo es mejorar.  

Además, debes tener en cuenta las opiniones recibidas de los jugadores, el cuerpo técnico y otras personas implicadas en el equipo. Sus puntos de vista pueden ofrecer una visión global de nuestro rendimiento y poner de relieve aspectos que pueden haber pasado desapercibidos. Al recopilar y analizar estos comentarios, puedes obtener una comprensión más profunda de tus puntos fuertes en la gestión del equipo y de las áreas con potencial de crecimiento.

Esta evaluación exhaustiva y honesta te dará las bases para trabajar con el objetivo de potenciar tu carrera como entrenador. Todo camino comienza sabiendo dónde estás exactamente y hasta dónde quieres llegar. Buena parte de mi trabajo como coach especializado en trabajar con entrenadores es sentar estas bases. 

Identifica tus puntos fuertes y tus áreas de mejora

Reconocer y admitir tus puntos fuertes y débiles como entrenador es un paso fundamental en tu crecimiento profesional y personal (el primero no existirá sin el segundo). Te permitirá capitalizar los aspectos en los que destacas y dirigir tu atención y esfuerzos hacia las áreas que requieren mejora. Por ejemplo, en una sesión reciente unos de “mis» entrenadores descubrió que debía mejorar su comunicación con el equipo para adaptarla a las demandas que sus jugadores. Algunas veces hablar la misma lengua no es lo mismo que hablar el mismo idioma.

Comprender y adoptar tus puntos fuertes también refuerza tu confianza y te proporcionará una plataforma sólida sobre la que construir. Del mismo modo, abordar y trabajar en tus áreas de mejora no es un signo de debilidad, sino una demostración de dedicación al oficio de entrenador y de compromiso con tu carrera. Es a través de este proceso introspectivo como puedes perfeccionar tus habilidades, rectificar cualquier deficiencia y, en última instancia, convertirte en un líder más eficaz e influyente para el equipo.

Tener una percepción clara de tus propias capacidades también te permite establecer objetivos realistas e impactantes, para el cuerpo técnico y para el equipo en su conjunto, lo cual es un componente esencial del liderazgo eficaz y de la mejora sostenida del rendimiento.

Diseñar la nueva temporada: liderazgo. 

A las puertas de una nueva temporada, armado con los conocimientos adquiridos tras una evaluación exhaustiva del pasado, ha llegado el momento de trazar un rumbo para el futuro. Establecer objetivos claros y medibles es la piedra angular del progreso y el éxito en el ámbito del entrenamiento deportivo. Estos objetivos deben englobar las diversas facetas del rendimiento del equipo, incluido el desarrollo técnico y táctico, la preparación física y el cultivo de una cultura de equipo positiva y cohesionada. Cuándo empiezas a diseñar la nueva temporada estás activando tu visión estratégica (componente del liderazgo).

Además, estos objetivos no sólo deben apuntar a los resultados que pretendemos lograr en el campo (ya que no dependen en exclusiva de nosotros mismos), sino también a los hitos de desarrollo y el crecimiento personal de los jugadores individuales bajo tu dirección. Al alinear los objetivos del equipo con las aspiraciones y el potencial de los jugadores, puedes crear un entorno sinérgico e impulsado por objetivos que fomente la motivación, el compromiso y el éxito colectivo. Cada jugador debe ser consciente de que cumplir el objetivo colectivo potenciará el suyo propio. Esto requerirá de dotes de comunicación y persuasión (sí, esto es parte del liderazgo). 

Cada objetivo establecido debe complementarse con un plan de acción bien definido, en el que se delineen los pasos y estrategias específicos que conducirán a su realización. Este nivel de claridad y especificidad no sólo proporciona una hoja de ruta para el cuerpo técnico y el equipo, sino que también sirve como un medio de rendición de cuentas y una fuente de motivación a medida que nos esforzamos hacia estas aspiraciones colectivas. Uno de los trabajos más exigentes que tiene el entrenador es mantener la motivación de su equipo (adivinaste, es liderar). 

Para crecer, necesitamos de otros: Busca un coach que satisfaga tus necesidades específicas

Muchos de “mis» entrenadores no habían hecho jamás este trabajo de introspección hasta que empezamos nuestra colaboración. Simplemente sumaban años entrenando, pero no extraían de ellos todo el aprendizaje que ofrecían. 

¿Serás mejor entrenador después de realizar este trabajo? No tengo una respuesta definitiva, pero quizá te sirva saber que con muchos entrenadores trabajo solo para hacer este ejercicio de crecimiento (la profundidad del mismo depende de varios factores y del momento en que comenzamos a trabajar). Muchos de ellos son antiguos clientes que aprovechan este “tiempo muerto” para seguir creciendo. Todos han interiorizado uno de mis lemas: “no es lo mismo 1 año de experiencia repetida 40 veces que 40 años de experiencia”. 

Buscar a un coach especializado que pueda ayudarte a crecer es una inversión proactiva e inestimable en tu propio camino como líder. Tanto si se trata de perfeccionar tu visión estratégica, como de mejorar tus dotes de liderazgo y comunicación, o de ofrecer orientación en el desarrollo personal y profesional, nuestro trabajo es acompañarte en un proceso que poco tiene que ver con las frases motivadoras o de Mr. Woderful, por ello te recomiendo que busques alguien en el que puedas confiar.

Conmigo el proceso es sencillo: mantendremos una primera toma de contacto y hablaremos sobre tus objetivos, tus necesidades y sobre tus dudas. También te contaré cuál es mi estilo y mi enfoque como coach. Después, ambos, tomaremos la decisión sobre si queremos trabajar juntos.

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